¡Somos más que caña! Somos cuidado de la tierra, el agua y el medio ambiente. Le apostamos a la conservación del agua y de los recursos naturales para proteger el lugar que habitamos. Trabajamos con sostenibilidad ambiental e innovamos en cada paso que damos para que el planeta conserve siempre su magia. ¡Somos esto y mucho más!
A través del Fondo Agua por la Vida y la Sostenibilidad, el primero de su tipo en Colombia, preservamos las fábricas de agua y ecosistemas estratégicos de la región. Unimos esfuerzos con entidades públicas y privadas para aumentar la calidad de vida de las comunidades que habitan las cuencas hidrográficas del valle geográfico del río Cauca.
¡Trabajamos con el corazón para conservar y restaurar cuencas en 29 municipios de 3 departamentos!
Desde el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia, Cenicaña, científicos e investigadores de la agroindustria de la caña le ponen el corazón a diferentes investigaciones con las que hemos logrado ser ejemplo de economía circular, tener la caña que más produce azúcar por hectárea en el mundo y reducir en un 50 % el consumo de agua en la producción de azúcar y bioetanol.
¡Con innovación e investigación, cuidamos nuestra tierra!
Aprovechamos al máximo la caña en la producción de azúcar, bioetanol y energía reincorporando nuestros residuos y subproductos al proceso productivo.
El bagazo, obtenido tras la molienda de la caña, junto al vapor de las fábricas, son utilizados para producir energía que ilumina los ingenios y a los colombianos. Es energía equivalente a las necesidades eléctricas de 1 millón de personas. Además, el bagazo también es usado para la elaboración de artículos ecológicos como papel y empaques.
Producimos mieles y jugos provenientes de la caña de azúcar para la elaboración de bioetanol, un carburante que reduce la contaminación de los vehículos al mezclarse con gasolina. Nuestro bioetanol es líder mundial en la disminución de huella de carbono.
En el proceso de producción del bioetanol también producimos vinaza que se emplea para elaborar fertilizantes orgánico-minerales para abonar los cultivos de caña, lo cual reduce la dependencia de fertilizantes químicos.
¡Ideas que han nacido del corazón para cuidar nuestra tierra con acciones sostenibles!
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